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Archivo de la etiqueta: bizcocho

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Para compensar la basura de entrada anterior, aquí os dejo algo más elaborado: un bizcocho que tenía muchas ganas de hacer, de té Earl Grey, que es mi té favorito. El Earl Grey tiene un olor muy particular que se lo da la esencia de bergamota, que creo que es un cítrico.

Hay muchas recetas de bizcochos con Earl Grey. Yo he usado ésta:

Ingredientes:
— 130 g de harina.
— 1 y 1/2 cuacharaditas de levadura química.
— 7 g de té Earl Grey picado o triturado.
— 120 g de mantequilla a temperatura ambiente.
— 100 g de azúcar.
— 2 huevos.
— 2 cucharadas de leche.

Preparación:
Precalentamos el horno a 170ºC. Preparamos un molde rectangular para bizcochos con papel de horno o lo engrasamos con mantequilla.

Mezclamos en un bol la harina, la levadura y el té. En otro bol, batimos con las varillas de la batidora la mantequilla a temperatura ambiente y 50 g de azúcar.

Hoy he descubierto que no hace falta dejar dos horas la mantequilla fuera para que se ablande sino que podemos meterla en modo descongelación al microondas durante un par de minutos, atentos para pulsar el stop justo cuando empiece a derretirse por la base.

Añadimos la yema de un huevo al bol de la mantequilla, batimos, la yema del otro huevo, volvemos a batir, las dos cucharadas de leche y batimos otra vez. Lo mezclamos con la harina del primer bol con una cuchara intentando sobarlo lo menos posible.

En otro bol, ponemos las claras casi a punto de nieve con las varillas. Yo lo he hecho a mano y es un buen ejercicio de musculación de brazos. Incorporamos los 50 g de azúcar restantes y seguimos batiendo hasta que las claras estén firmes. Ponemos 1/3 de este merengue en el bol de la masa y lo mezclamos con mucho cuidado. Añadimos el resto y lo volvemos a mezclar. Cuanto más suavemente lo hagamos, más hueco quedará el bizcocho.

Vertemos la masa en el molde y lo horneamos durante 35 minutos o hasta que se dore y al pinchar en el centro con un palillo, salga limpio. Lo dejamos enfriar un minuto, lo desmoldamos y lo colocamos sobre una rejilla para que se enfríe completamente.

Oro parece, plata-no es

El viernes por la noche no salí, así que me entretuve haciendo un bizcocho para tener algo rico que desayunar el sábado por la mañana en casa de María José. Como tenía en casa plátanos y pepitas de chocolate, preparé esta receta, aunque yo le puse casi el doble de chocolate porque el paquete era grande y si se queda abierto, me paso el día metiendo la mano.

El sábado por la mañana no conseguí levantarme a tiempo para el desayuno con MJ, así que quedamos para comer a las seis de la tarde, una cosa muy española, comer a la hora a la que en otros países se cena. Fuimos a un restaurante chino que hay cerca de Cascorro, bien pero normalito, y volvimos a casa para comernos el bizcocho de postre/merienda.

Mi mayor miedo era que se hubiera quedado seco pero María José dijo que estaba muy tierno (bien) pero que no sabía a plátano (mal). Carles, su compañero de piso, también lo probó y parece que le gustó así que no me puedo quejar. La próxima vez, menos chocolate para que no pise el sabor del plátano, o usaré chocolate con leche o blanco en vez de negro.